Por mucha vocación que tengas en tu trabajo, te puedes quemar.  

En nuestro post de hoy vamos a hablar sobre las fases y los síntomas del Síndrome de Burnout, también conocido como Síndrome del Quemado. Es un síndrome que afecta a todas las personas que se dedican al trabajo con personas y fue denominado por primera vez a un paciente en 1961. Actualmente la Organización Mundial de la Salud lo ha reconocido como enfermedad, debido a que afecta aproximadamente a un 10% de la población que trabaja.

Es una afección relacionada con la salud mental, en la cual las personas que lo sufren comienzan a manifestar síntomas relacionados con el ámbito emocional, presentando síntomas parecidos a los de la ansiedad y el estrés, llevando a somatizaciones si no se atiende y trata como requiere. Los síntomas más comunes son:

  • Cansancio.
  • Saturación emocional.
  • Despersonalización.
  • Falta de realización personal.

Las personas con predisposición a sufrirlo son aquellas implicadas y comprometidas con su trabajo y las altamente sensibles.

Los síntomas de este síndrome se manifiestan en sus diferentes fases de forma diferente, aunque pueden aparecer en diverso orden y dependen de cada persona y de sus circunstancias personales. En la generalidad, las fases suelen desarrollarse de la siguiente manera:

  • 1ª: Aparece el cansancio, las quejas y la dificultad para mantener la rutina.
  • 2ª: Aislamiento, negativismo, frustración, ira y desesperación.
  • 3ª: Automedicación, negación del problema, aversión hacia el trabajo y ralentización de la productividad.
  • 4ª: Aislamiento fuerte, cuadros de depresión, ansiedad, estrés y somatización.

Para la detección y el tratamiento del Síndrome de Burnout, existen escalas utilizadas por profesionales de la salud mental que ayudan a diagnosticar y a conocer cuál es el ámbito que origina los síntomas en la persona que los sufre. El tratamiento dependerá de lo avanzado que se encuentre el síndrome y de los síntomas que se estén manifestando, puede ir desde la reducción de jornada y cambios en el entorno laboral, hasta la recomendación de una Incapacidad Temporal y acudir a psicoterapia o la receta de fármacos que ayuden a estabilizar.

Para ayudar con la prevención de la aparición de síntomas, se recomienda llevar un equilibrio entre los diferentes ámbitos vitales (echa un vistazo a nuestro post de la carpa del circo de la vida), ayudándonos de una buena cohesión grupal en el trabajo además de la pertenencia a grupos de apoyo en el mismo y a sindicatos.